Bueno, pues ya tengo mis fotos.... En realidad ya las tenía ayer, pero por culpa de una pastilla anti-alergias me tiré todo el día con un colocón épico (me da que ahora no vuelvo a tener alergia en un mes, menuda potencia), así que hasta ahora no estuve en condiciones de escribir algo.
Decir de entrada que nos tuvimos que ir después del museo. Una pena no haber ido a la ruta, porque viendo el mapa de la carretera, desde luego que buena pinta tenía... pero había diversas obligaciones que cumplir. Fue breve, pero me lo pasé bien y me hice unos kilómetros con el coche, que me sirvieron para certificar nuevamente que los amortiguadores Kayaba AGX, puestos en su posición más dura, hacen que el coche se sujete muchísimo más en curvas, sea más estable en frenadas, y todo sin perder nada de confort en las autopistas con firme en buen estado.
Tengo 20 fotos... vamos con ellas.
Aquí mi coche, con sus mosquitos en la defensa, recién llegado al Palacio de la Magdalena y mostrando su nueva matrícula.
El sitio es, como ya pude comprobar en octubre del año pasado durante un meeting de supercars, impresionante.
Foto de grupo: José Luís corriendo para poder entrar...
Ahora sí, foto de grupo. Lo que viene a ser la gente, y tal.
Tras los trámites de inmortalización imagineril, pasamos a conducir hasta la casa de José Luís. Es curioso lo de Santander, ciudad de la que para salir hay que volver a entrar. La ruta por la playa fue agradable, no creo que quedase alguien en la zona sin vernos. Este es el aspecto de la casa de José Luís con los coches amontonándose en el parking...
¡Venga, ahora saca el de las rayas haciendo sólo tres movimientos!
La casa por fuera, con prados, árboles y gente.
En la casa visitamos el parking, donde guarda otro roadster un poco más antiguo, y con eje rígido trasero (yo creo que es una réplica de Mustang)...
El salón-comedor, muy espacioso y decorado de forma temática (qué familia más piadosa...)
Atención, ladrones: la caja fuerte.
Vigilada por un cristo aéreo...
El taller, donde tiene sus herramientas...
El dormitorio...
Y, que me perdone por esta foto tan privada, el "excusado".
Luego nos volvimos a hacer una nueva foto de grupo. Los que llevan las manos en la espalda es porque algo robaron de la casa, fijo.
Esto es un splitter-crash-fail, básicamente. No hubo consecuencias.
Y esto un MX5 NA con pegatina.
Este señor de bigote no venía con el grupo, pero llevaba un magnífico Porsche 924, creando un conjunto propio de aparcamiento de Club. Excelente.
Ya volviendo adelantamos a estos simpáticos alemanes que andaban viajando con su chalet...
Y, para finalizar, la famosa curva de autopista entrando en Asturias. La gozada.
Fin.